5G: la tecnología de punta

El futuro es hoy. Al menos, así parece estar llegando a Argentina y es que, despues de la pandemía, pudo visualizarse un cambio en el paradigma de las funciones y cotidaniedad de las personas en torno a la tecnología y su dependencia.

Comenzando el 2022, las estadísticas mundiales sobre el número de usuarios que consumian o utilizaban internet alcanzó los 4.950 millones de personas. Eso representa el 62,5% de la población mundial; sumando los usuarios que accedían desde moviles, el porcentaje sube a 67,1% de la población mundial que gira en torno a la industria digital.

La industria 4.0 (la última revolución industrial-digital) comprende aspectos desde la robótica, inteligencia artificial, nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, Internet de las cosas (IoT), impresión 3D y vehículos autónomos. Activos que los mayores capitales financieros, detrás de las grandes empresas tecnológicas, son los que se disputan y determinan lo que serán los cimientos de la economía digital y la Industria 4.0.

En Argentina, particularmente, contamos desde 2014 con el despliegue, mediante ciertos requisitos establecidos, del espectro 4G-LTE donde permite que todas las localidades con más de 500 habitantes puedan contar con cobertura de servicio de telefonía; no fue hasta el 9 de noviembre del año pasado que el presidente del ENACOM, Claudio Ambrosini, confirmó la futura licitación del espectro dedicado exclusivamente para la telefonía móvil (5G) que se realizará en el primer trimestre de 2023.

¿Pero que significa todo esto para el lector cotidiano que solo necesita que se envien y lleguen los mensajes por WhatsApp? ¿De que me sirve para saber cuando cobro o porqué se corto la luz?

La propuesta de la tecnología 5G responde a una mejora en la calidad y uso de los usuarios con la tecnología de hoy en día, la emergente y la que vendrá.

Las generaciones corresponden desde la primera generación que nos permitió hablar de un tubo al otro; la segunda generación nos permitió utilizar la telefonía digital y enviar mensajes de texto y voz; la tercera generación (3G), trajo la novedad de la banda ancha, enviar mensajes de voz, de texto, fotos e ingresar o navegar en Internet. La cuarta generación (4G) es la que utilizamos hoy en día, que nos permite ver y enviar videos con fluidez.

La quinta generación (5G) permitirá todo lo anterior, mejorado, y mantenernos «interconectados» con los dispositivos de nuestros hogares. Es el mismo lema del «Internet de las Cosas» (IoT), en donde podremos manejar dispositivos electronicos como las computadoras, notebooks, televisores, alarmas o hasta heladeras (siempre que integren esta tecnología) desde el control remoto de nuestros celulares.

Entonces, ¿es tan futurista como suena?

Si y no. No podemos esperar autos voladores, autos eléctricos Tesla o casas completamente autónomas porque el resto de la infraestructura no ha avanzado en materia tecnologica como para tener puestos de carga de automoviles eléctricos.

No obstante, vamos a poder visualizar videos, series, peliculas o reproducir canciones de manera instantanea o en un lapso de tiempo casi imperceptible a la vista. Podemos, incluso, imaginar que el medidor del gas tenga un sensor que permita que la empresa calcule en tiempo real el consumo de una vivienda.

La otra cara de la moneda

El hecho de depender de la tecnología para el uso cotidiano tiene tambien su contraparte y no solo para la salud o integridad de una persona.

Alfredo Moreno, Ingeniero TIC en ARSAT, especialista y catedrático)

Según Alfredo Moreno (computador científico y profesor de TIC en Universidad Nacional de Morón) la tecnología 5G es más eficiente energéticamente que la 4G, pero «los dispositivos compatibles consumirán más electricidad que los de la cuarta generación«.

Es que este incremento de consumo afectará a los sistemas relacionados con el IoT (Internet de las cosas) que componen muchos sensores que tienen que transmitir gran cantidad de información de forma constante y no estén conectados a la red eléctrica, tales como cámaras de vigilancia o autos conectados.

Existe un principio básico de la radiodifusión que detalla: cuanto más alta es la frecuencia, más ancho de banda con mejor calidad se obtiene, pero menos es el alcance y esto lo han podido confirmar -hasta hace poco- algunos usuarios del VIRCh con las propuestas en redes de algunos prestadores de servicio. Entonces, para 5G se necesitarán mas antenas que para 4G y eso implica una seria inversión en infraestructura, antenas, refrigeración, seguridad y electricidad.

Restará saber si, el estado nacional y quien gobierne en su momento, estará a la altura de las circunstancias para dar el pie al avance tecnologico necesario o la población verá como el resto del mundo avanza sin nosotros en el tren.