Los Alerces a fuego vivo

Desde el sábado en la noche, el fuego no puede ser aplacado y se suma a otra catástrofe ígnea que vienen azotando la cordillera desde años.

Más de 200 brigadistas pelean hace un mes con los constantes focos ígneos que aparecen en la cordillera, siendo el incendio forestal en la zona geográfica que compete al Parque Nacional Los Alerces (Ch.), el más sofocante y desesperante por la importancia del pulmón verde que significa.

El fuego se inició el sábado cerca de las 22.30 en la laguna Larga, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Esquel. Se detectaron dos focos, pero solo uno pudo ser extinguido. A medida que el incendio avanzaba, pobladores y turistas se autoevacuaron, tras advertencias de Defensa Civil, durante las primeras horas del domingo.

El plan defensivo para combatir las llamas infiere en más de 200 brigadistas, desde el área local hasta nacionalmente, con apoyo aéreo (hidrantes) y maquinaria pesada para crear cortafuegos mientras les permite sectorizar el avance del fuego.

Uno de los factores que complica la extinción de las llamas son las condiciones climáticas. No han favorecido la lucha de los brigadistas, son muy adversas y cambiarias. Han habido días con temperaturas de casi 30 grados o superior constantes, con ráfagas de vientos de 35 km/ph (a veces, más) y poco porcentaje de humedad o precipitaciones.

Otro factor es el terreno. Debido a la vegetación, el fuego se permite acrecentar por la cantidad de combustible y la sequía que golpea la cordillera, lo cual lo vuelve un incendio muy agresivo y dificil de controlar. Además, el foco se centra en zona de montaña, de pendiente y de difícil acceso para los brigadistas, por lo que la maquinaria y apoyo aéreo es realmente necesario y útil en estos casos para abordar de manera rápida y eficaz.