La obra civil comenzó en 2016, pero tras trabas y negociaciones continentales, empresas locales del rubro nuclear, sanitario y científico empujaron para que este ambicioso proyecto sea el primero en América Latina.
Su desarrollo es llevado a cabo en el Centro Atómico Ezeiza bajo la supervisión de equipos técnicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Indicaron que será el más moderno de su tipo en toda América del Sur.
Según se explicó, este flamante reactor podrá alcanzar los 30 MW, triplicando a su antecesor, que viene funcionando desde 1967. Además, se mencionó que sus instalaciones incluirán la Planta de Producción de Radioisótopos por Fisión, el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones, el Laboratorio de Ensayo de Materiales Irradiados y la Planta Industrial de Elementos Combustibles de Reactores de Investigación.
En su momento, las naciones de America del Sur propusieron su creación y financiamiento pero existieron serias trabas comerciales y desequilibrios en las balanzas financieras entre, precisamente, Brasil y Argentina que dilataron el tratado de proyecto. La aprobación del esquema de financiamiento por parte del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil), para la fabricación del reactor multipropósito permitió avanzar hasta la etapa final.
El ingeniero nuclear y gerente del proyecto, Herman Blaumann, dejó entrever sus objetivos la provisión de la demanda nacional de radioisótopos para tratamientos medicinales y otras aplicaciones.
“El RA-10 tendrá la capacidad de abastecer al 20% de la demanda mundial de molibdeno 99, que es el radioisótopo más demandado en tratamientos como centellogramas o con rayos gamma. Además, sus facilidades para ensayar combustibles irradiados van a permitir que hagamos en Argentina cosas que en general teníamos que hacer afuera del país”.
Agregó Blaumann.
Sumado a todo esto, el RA-10 junto con el Laboratorio de Ensayo de Materiales Irradiados, posibilitará estudiar el comportamiento de materiales nucleares, ampliando las capacidades de producir y calificar nuevos combustibles y componentes, mientras que el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones será la primera y única instalación clase mundial en ofrecer técnicas neutrónicas en América Latina.