El cambio diferencial propone recaudar reservas en dólares para las arcas de la Nación mientras que, por otro lado, propone una asistencia al sector agropecuario tras la fuerte sequía.
La medida fue anunciada el miércoles pasado para ser efectiva a partir de mañana luego de la publicación de cuatro decretos de ley sancionados y a publicar en el Boletín Oficial y que persiguen dos objetivos prioritarios:
- La acumulación de reservas en las arcas del Banco Central
- La asistencia para el sector productivo y agrícola afectado por la última sequía.
Desde la cartera de Sergio Massa, el Gobierno nacional pondrá en marcha este 10 de abril una nueva edición al Programa de Incremento Exportador (PIE) con un nuevo tipo de cambio diferencial temporal de ARS 300 por dólar para el complejo sojero y economías regionales, que podría generar una liquidación de divisas estimadas en unos US$9.000,00 millones.
Dentro de las proyecciones del Gobierno nacional, estiman que el sector agroexportador sojero liquida, por lo menos, US$ 5.000,00 millones a partir de ser efectiva la medida hasta el 31 de mayo, fecha en la que vence el tipo de cambio diferencial. Este cambio diferencial espera llevar la tonelada de soja a comerciarse por un valor cercano a los $105.000,00, teniendo en cuenta que este tipo de cambio diferencial espera estar vigente hasta el 31 de agosto del concurrente año.
No obstante, el ministro de Economía, Sergio Massa, reveló durante la proyección del Programa que habrá ciertas condiciones para mantener este tipo de cambio diferencial en las empresas que le soliciten.
Para participar del programa, las compañias deberán participar del programa de precios, mantener los empleos y garantizar el volumen y abastecimientos de los productos que se comprometen dentro del programa de precios.
De no cumplir con dichas condiciones, las empresas serán dadas de baja del Programa y no podrán acceder al beneficio financiero y fiscal que otorga.
Por otro lado, el sector privado -tanto sojero como las cámaras agroindustriales- apoyaron la creación del denominado «dólar agro» al considerarlo como una medida positiva para el contexto de suba de costos para la producción así como, también, para paliar los efectos de la sequía.